haaaay!
Me gustaría decir que llevo una hoja de trucos conmigo por todas partes, elijo una matriz laminada de maquillaje cruzado y ordenado, con calificaciones para acabado, fórmula, tiempo de desgaste, pigmento y valor percibido …
Espera, no, no lo hago. ¡No soy ese cray! Muchos de los tiempos acabo de elegir mi intestino.
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Suponiendo que no tengo un poco ni maldigo cuando veo el precio, si veo un producto y la muestra y obtuve esa sensación de aleteo en mi tum, nueve veces de cada 10, me dirigiré al cajero (después de Primero revisando la política de devolución de la tienda).
Creo que soy una presa fácil para los asociados de ventas de Savvy y los artistas de maquillaje. Cuando me ven, probablemente estén pensando, “Oh, muchacho. Aqui hay otro más. ¡Es como disparar peces en un barril hoy! ”
“Déjame intentarlo en ti”, dirán, y mi intestino responderá: “¡Ok! ¡Sí! ¡Se ve hermosa! ¡Tengo que tenerlo!”
Entonces, sí, cuando se trata de nuevas compras de maquillaje, mi intestino generalmente impulsa el proceso de toma de decisiones.
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No es exactamente el método científico, pero funciona para mí.
¿Y usted? ¿Qué tan deliberados y reflexivos son usted sobre nuevas compras de maquillaje?
Tu amable vecindario amuleto adicto,
Karen